lunes, 7 de junio de 2010

Una traducción que no dejó nada a la imaginación

Este fue el cuarto libro que elegimos en el Club de Lectura.

Les cuento que me costó muchísimo leerlo. Estuve a punto de dejarlo "botado", pero lo terminé porque no me gusta asistir a una reunión sin haberme terminado el libro. Sí debo admitir que a partir de la mitad, este resulta más intersante y el final es totalmente inesperado.
Podría comentar acerca de lo que no me gustó, pero prefiero no hacerlo por si alguno de ustedes decide leerlo.
Lo que sí me intersa comentar es acerca de la traducción que se hizo del título de esta obra.

A propósito de los temas que hemos estado desarrollando tanto en clase como en Mundo Traducción, me parece atinado comentar respecto al cuidado que se debe tener al traducir un título. No me interesa ahondar muchísimo en el tema, ya que este ha sido harto discutido por el grupo. Solamente quisiera contarles la desilusión que sentí al econtrar el libro en español.


El libro fue escrito en sueco y luego traducido a distintos idiomas. La traducción al inglés sugería que una chica con un tatuaje de dragón sería el personaje principal, o al menos, jugaría un papel importante en la novela. Comenzamos a leer el libro y aún no me había percatado de la traducción al español. Ya había leído más de la mitad del libro cuando leí el título en español y ¡oh decepción! Los hombres que no amaban a las mujeres acabó con el poco interés que me quedaba en el libro. Me lo dijo todo, porque justo estaba leyendo un capítulo en el que quedaban cabos sueltos que yo como lectora debía atar. Gracias a la traducción del título no tuve que hacerlo. Yo creo que eso era uno de los elementos más importantes que explicaba muchas cosas. Había un grupo de hombres que no amaban a las mujeres y por eso se habían sucedido hechos que aparentemente no tenían explicación alguna. Pero eso, en mi opinión, no debió decírmelo el título, sino que debía ser yo la que lo descubriera.

En fin, qué lástima que me di cuenta de cómo habían traducido título antes de haberme terminado el libro. Si hubiera sido al revés, quizás le hubiera encontrado más gusto.